Por P. José María Rojo, sacerdote de la parroquia San José de Nazareth (Villa María del Triunfo)

El título parecería una broma. Estamos bajo el cetro del coronavirus. Tuvimos en el país inamovilidad total Jueves y Viernes Santo. Y si algo define a los jóvenes no es la inamovilidad, sino lo contrario: la actividad ¿Cómo puede ser un Viernes Santo Juvenil en estas circunstancias?

Tradicionalmente acá, en la parroquia S. José de Nazaret, lo que caracterizaba el Viernes Santo más que la celebración propia del día era el Viacrucis que a continuación realizaban los jóvenes por calles, parques, barrios distintos, -todo él escenificado- terminando con la crucifixión en lo alto de un cerro. Un Viacrucis con más de dos décadas de existencia aunque los jóvenes lo renuevan cada año.

La originalidad del mismo no es el recorrido por las calles ni las cuatro horas que dura: es su estructura y su mensaje. El eje central sí, son los pasos de todo viacrucis. Pero éste está cruzado por otras dos series de representaciones: una, distintos pasajes del evangelio (como p.e. las tenciones de Jesús, la expulsión de los vendedores del templo o la mujer adúltera) y, otra, una serie de escenas sacadas de la vida real –con frecuencia hechos del último año- y con una referencia directa a la pasión y muerte de Jesús actualizada hoy. Es decir, cómo Cristo sufre y muere hoy.

Ya habían iniciado los ensayos cuando se desató el coronavirus ¡se truncó todo! También estaba programado para unas semanas atrás el Viacrucis del Decanato II con la subida al Cristo Blanco, al cerro que divide (¿o que une?) Pamplona Alta con S. Gabriel. Y nuestros jóvenes habían fabricado una gran y hermosa cruz, bien colorida ella, a base de tapones de cientos de botellas de plástico ¡también se frustró!

Pero no. Ellos saben sacar ventaja de todo y esta misma tarde, en la celebración, tres de ellos con el P. Juan, usaron esa cruz para la adoración de la misma. Ahí quedó plantada como símbolo evidente de que habrá Resurrección.

Más aún, de inmediato los jóvenes nos sorprendieron con un breve y original spot colgado en el Facebook de la parroquia y que arranca con la pregunta de rigor: ¿No saldremos? referido al Viacrucis. Sí saldrán, vencerá la Vida a la Muerte, aunque para ello tengan que exhibir el cartel “Quédate en casa”. Su cruz es gloriosa y el contagio seguro: lleva el virus de la Resurrección.

Cruz hecha a mano por los jóvenes de la parroquia San José de Nazareth, VMT.



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