Un “ambiente insano” con tocamientos sexuales, “presiones psicológicas” y “bromas frecuentes de tipo homosexual” con el conocimiento de los superiores, que lo ocultaron. Así describieron el clima que se vivía exseminaristas menores de San Pío X, durante el juicio por abusos, el pasado 24 de febrero.

Gabriele Martinelli (29 años) es el sacerdote acusado de violar a un menor cuando él también lo era. Ya en su intervención en el juicio el pasado 11 de febrero se declaraba inocente alegando “acusaciones infundadas” para atacarle a él y al seminario menor.

El sacerdote, ordenado en 2017 y capellán de una residencia de ancianos de Lombardía –al norte de Italia–, ha sido acusado de agresiones sexuales repetidas entre 2007 y 2012.

Según los informes, el acusado y la víctima tenían 14 y 13 años cuando ocurrieron los hechos, que se prolongaron durante cinco años. En el banquillo también se sienta Enrico Radice (71 años), rector entonces de San Pío X. Él está acusado de encubrimiento.

Según informa EFE,  el 24 de febrero se celebró la quinta audiencia, en la que declararon tres antiguos alumnos: Andrea Spinato, de 31 años; Christian Gilles Donghi, de 34, que estuvo un solo mes en el centro, y Alessandro Flaminio Ottaviani, de 34. También testificó el padre Pierre Paul, responsable de la capilla musical.

Las próximas audiencias de este proceso, el primero por presuntos abusos cometidos dentro del territorio vaticano, tendrán lugar el 17 y 18 de marzo, cuando será interrogada la víctima y se supervisarán las instalaciones del seminario.

Fuente: Vida Nueva



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