Con las históricas manifestaciones de miles de ciudadanos en contra de la dictadura cubana, que comenzaron el domingo 11 de julio, se ha desatado una cruenta persecución en contra de seminaristas, sacerdotes y laicos.
La primera en pronunciarse fue la Asociación Católica Latinoamericana y Caribeña de Comunicación SIGNIS ALC, que abogó por el respeto de los derechos humanos de dos jóvenes laicos: Manuel Rodríguez y Leonardo Manuel, comunicadores adscritos a esta Asociación.
“Como organización católica de comunicación hacemos un llamado a las autoridades cubanas a que se respete incondicionalmente los derechos humanos, como el de la libertad de expresión, de todas las ciudadanas y ciudadanos cubanos”, han pedido.
De igual modo “nos hacemos eco de la preocupación de nuestro compañero presidente de SIGNIS Cuba, Xavier Carbonel, que ha denunciado la tergiversación de los hechos por parte de los canales oficiales del gobierno cubano y sus aliados” que califican a “la protesta como una maniobra del gobierno norteamericano”.
Aún no se sabe nada de Rafael Cruz Débora, de 26 años, un seminarista sacado de su casa en la madrugada del lunes 12 de junio por agentes del régimen cubano en la provincia de Matanzas.
Mientras que el Padre Castor Álvarez, de la Arquidiócesis de Camagüey, fue liberado este lunes, luego que fuera apresado el domingo y golpeado fuertemente. Lo habían recluido en la estación policial de Montecarlo, acusado por fomentar el desorden público.
En tanto Eduardo Cardet y Rosa María Rodríguez, integrantes del Movimiento Cristiano de Liberación, organización de inspiración católica, han sido hostigados por funcionarios de la dictadura.
Este movimiento ha respaldado las legítimas protestas en el país: “El MCL como parte de este pueblo, que se ha cansado de la opresión e injusticias, está plenamente identificado con los anhelos de nuestro pueblo”.
Fuente: Celam
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