El Río Pastaza se ha convertido en uno de los lugares más contaminados por el petróleo en la Amazonía. Cada día os habitantes de sus alrededores exponen sus vidas, ya que al no tener los recursos para conseguir agua potable deben consumir el agua del Pastaza.
La Hermana Judyt Patiño, quien vive en el pueblo de Wijit en el departamento de Loreto, expresó su preocupación en una carta que cerca a la zona petrolera el agua tiene un sabor a diesel. Además, dijo que los habitantes no conocen la magnitud del problema pues continúan bebiendo esta agua contaminada que ya ha cobrado la vida de muchos de ellos.
Los peces y plantas también están muriendo a causa de la alta contaminación en esta zona del Amazonas. Los pobladores piden a las autoridades que se hagan presente y reparen el daño ocasionado.
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