Los pobladores de la comunidad indígena Wayúu, situados en la península desértica de Guajira en Colombia, mueren de hambre y sed, porque el principal río de la región ha sido represado y sus aguas son utilizadas para la industria agrícola.

Desde que el río Ranchería, único de esta región, se secó, los habitantes viven sin acceso al agua. También carecen de alimentos, servicios básicos, educación, salud y electricidad. El caudal del río está destinado a las grandes haciendas del sur de la región y a las operaciones industriales de las minas de carbono.

Casi 14 mil niños y niñas han fallecido por desnutrición. A esto se le suma que no cuentan con medios de transporte para trasladarse a los centros de salud más cercanos.

El gobierno tampoco cuenta con estadísticas precisas sobre la situación de la región, ya que muchos de los pobladores no son inscritos en registro civil al nacer ni se generan declaraciones de óbito al fallecer.

A ello se suma una corruoción sin control que aumenta aún más la brecha de desigualdad entre los pobladores. En los últimos 20 años, esta zona ha recibido màs de mil millones de dólares como incentivo a la extracción de recursos naturales. Pero el monto que destina el Presupuesto Federal de Colombia a los Wayúu no llega a sus manos. Por ejemplo, el Programa de Alimentación y Nutrición (PAN), que se encarga de la seguridad alimentaria y nutricional de las poblaciones en pobreza extrema, tiene un presupuesto de 15 millones de dólares. Sin embargo, portavoces de la comunidad indígena denuncian que estos fondos pasan por un filtro de corrupción y que, finalmente, se utilizan para capacitación de votos en campañas políticas.

La Defensoría del Pueblo ha calificado este hecho como “crisis humanitaria”. Por su parte, representantes de la comunidad de Wayúu recurrieron a la Corte Interamericana de los Derechos Humanos (CIIDH), en febrero de este 2015, pidiendo protección de sus derechos. Los Wayúu exigen volver a tener acceso al río y que la industria utilice otras fuentes públicas como las subterráneas



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