“Para garantizar el justo acceso al agua es de vital urgencia actuar sin dilación, para acabar de una vez por todas con su desperdicio, mercantilización y contaminación”. Así lo señaló el papa Francisco en un videomensaje enviado, el pasado 22 de marzo, a la FAO con motivo de un evento virtual celebrado por el Día Mundial del Agua.

“Es más necesaria que nunca la colaboración entre los Estados, el sector público y privado, así como la multiplicación de iniciativas por parte de los organismos intergubernamentales. Es igualmente urgente una cobertura jurídica vinculante, un apoyo sistemático y eficaz para que a todas las zonas del planeta llegue, en cantidad y calidad, el agua potable”, recalcó Francisco.

Más aún, “en el mismo siglo XXI, en la era del progreso y de los avances tecnológicos, el acceso al agua potable y segura no está al alcance de todos. El agua es un bien al que todos los seres humanos, sin excepción, tienen derecho a acceder de forma adecuada, de modo que puedan llevar una vida digna”, agregó.

Para Francisco, “a esta triste realidad se añaden hoy los nocivos efectos del cambio climático: inundaciones, sequías, aumento de las temperaturas, variabilidad repentina e impredecible de las precipitaciones, deshielos, disminución de las corrientes de los ríos o agotamiento de las aguas subterráneas”.

Según su mensaje, “valorar el agua significa cambiar nuestro propio lenguaje. En lugar de hablar de su ‘consumo’, debemos referirnos a su ‘uso’ sensato, en función de nuestras necesidades reales y respetando las de los demás. Si vivimos con sobriedad y ponemos en el centro de nuestros criterios la solidaridad, emplearemos el agua racionalmente, sin despilfarrarla inútilmente, y podremos compartirla con quienes más la necesitan”, sentenció.

Fuente: Vida Nueva



Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.