Al inicio de la Semana Laudato sí, el Padre Carrasco explicó el tema que guiará todas las actividades de esta semana: “Todo está conectado”. El Misionero Oblato de María Inmaculada recordó que el Papa Francisco cuando publicó su Carta Encíclica, no sólo la dirige a los cristianos, sino a todas las personas de buena voluntad, que tienen una preocupación por lo que está sucediendo con nuestro planeta y por ello, todos estamos llamados a construir. “Creo que este punto es fundamental. Todos tenemos que construir, todos tenemos que poner el hombro, como lo decía el Papa Francisco hace unos días hablando de la fraternidad, hay que promover la fraternidad, porque aquí, en el cuidado de la Casa Común no hay diferencia de ningún tipo, no debería haberla, al contrario, el proceso tiene que ser un proceso donde nos podamos escuchar”, afirmó.
Asimismo, resaltó la importancia de la Encíclica sobre el cuidado de la creación, como un instrumento importante en la vida de la Iglesia y la evangelización de los pueblos, sobre todo de los pueblos en la Amazonia. Los Oblatos de María Inmaculada llevan casi 60 años trabajando en la Amazonia peruana, de modo particular, en el Valle del Alto Huallaga, en la provincia de Leoncio Prado, región Huánuco, donde una de las características es que esta zona ha vivido por más de treinta años la violencia política, la violencia terrorista. “Aquí contamos con una gran cantidad de población indígena, muchos de ellos quechuas, que vienen de la sierra peruana y también gente autóctona, amazónica de aquí”. Teniendo presente esta población y esta dinámica, señalo el religioso, “nuestro trabajo de alguna manera ha sido un trabajo de presencia, un trabajo de escucha, todavía continúa, y en esto la radio desempeña una labor fundamental, sobre todo para poder llegar a los lugares donde no podemos llegar, donde la ausencia de misioneros, la ausencia de personal es bastante grande”.
Por ello, en esta semana, el director de Radio Amistad manifestó que no podemos dejar de escuchar ese grito, ese grito no sólo de la tierra sino de la gente, de los pobres. “Aquí, los misioneros Oblatos de María Inmaculada llevamos desde hace un buen tiempo un proceso, en el cual intentamos, en la medida de lo posible, de fomentar el protagonismo de los laicos, de acompañar los procesos de las comunidades campesinas, de las comunidades que tienen que ver mucho con un desarrollo que no ha sido nada fácil”. Entonces necesitamos todavía esforzarnos, meternos más en la escucha, porque “para que todo pueda estar conectado, para que todo pueda estar en armonía – como decimos en la Amazonía, señaló el Padre Carrasco – necesitamos ese granito de esfuerzo de poder escucharnos, de poder involucrarnos, de poder caminar con ellos y desde allí poder construir”.
En este sentido, el Padre Roberto Carrasco explicó cómo fue recibido y cómo se está aplicando el Documento Final del Sínodo de la Amazonia. “El Sínodo es el fruto del aporte de las bases, de las comunidades y esto es muy positivo porque el documento se ha recibido con mucha alegría, las comunidades se ven reflejadas en el trabajo, se ven reflejadas en las reflexiones, en los aportes, en las discusiones y los que hemos participado en el Sínodo hemos querido intentar llevar lo que la REPAM ha trabajado en todo el territorio”. Este punto de partida es muy bueno, porque esto hace creíble un trabajo de Iglesia, digo creíble porque hace que la gente se sienta partícipe de un proceso de reflexión, la gente se siente escuchada. Entonces, los misioneros reconocemos que estas tierras son sagradas, son tierra de misión y en este sentido, hay mucha gente, mucho deseo, mucho anhelo de que los sueños que el Papa Francisco ha expresado en “Quería Amazonia” sean cada vez más contagiados, la gente quiere contagiarse más de este sueño, de estos cuatros sueños y lo va a hacer en la medida que nosotros los misioneros podamos estar involucrados con ellos, podamos estar caminando con ellos, no podemos ser misioneros desde nuestra comunidad, tenemos que salir”.
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