“No nos dejemos robar la esperanza”. Con este contundente llamado la nueva directiva de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) se ha dirigido a la nación en medio de un contexto de polarización política y conflictividad social.
El tren ejecutivo recién electo, integrado por monseñor Luis José Rueda, arzobispo de Bogotá y presidente de la CEC; monseñor Omar Sánchez, arzobispo de Popayán y vicepresidente; y monseñor Luis Manuel Alí, obispo auxiliar de Bogotá y secretario general, ha suscrito un comunicado publicado el domingo 18 de julio.
En él, los prelado afirman que “nos duele el sufrimiento de tantas familias, enfermos, hermanos y hermanas nuestros que pasan hambre y lo han perdido todo, de tantos jóvenes que no ven esperanza en el futuro, de quienes han sido violentados”.
“Esta realidad nos invita a volver la mirada al Señor de la vida, a sentir el abrazo íntimo de su misericordia, y la exigencia de seguir construyendo juntos el proyecto de una nación equitativa e incluyente”, acotaron.
En tanto “nos hace daño seguir profundizando los caminos del odio y la división”, por lo que han citado las palabras del Papa Francisco en Fratelli Tutti: “El esfuerzo por superar lo que nos divide sin perder la identidad de cada uno, supone que en todos permanezca vivo un básico sentimiento de pertenencia”.
Fuente: Celam
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