La Comisión de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal de Nicaragua expresó -el pasado 5 de octubre- su preocupación ante las nuevas amenazas a la libertad y la integridad física de las personas generadas por cuestionables proyectos de ley.
Esta situación ensombrece la alegría de los creyentes ante la posibilidad de regresar a los templos para celebrar en comunidad los actos litúrgicos implementando los protocolos de bioseguridad para evitar la propagación del coronavirus.
“Con tristeza constatamos, además, el aumento de la violencia ocasionada en los sectores más vulnerables de la sociedad: ancianos, niños, mujeres. Esto es fruto de la ausencia de una adecuada educación en valores familiares y cívicos a lo largo de décadas”, aseguraron los miembros de la Comisión.
Citando el discurso del Papa Francisco del 7 de febrero del presente año, la comisión recordó que pensar en la educación, es pensar en las generaciones futuras y en el futuro de la humanidad; por lo tanto, es algo que está profundamente arraigado en la esperanza y requiere generosidad y valentía.
En esta línea la Comisión advirtió que al aproximarse un año de carácter electoral, comparten la inquietud del pueblo cuando expresa que si se realizan las elecciones, éstas deben contar con ciertas condiciones implementadas con anterioridad. Al respecto, la comisión insistió que es impensable una participación ciudadana sin la necesaria información que proveen los medios independientes que se encuentran cada vez más acosados.
Por eso, retoman el mensaje de la Conferencia Episcopal de Nicaragua emitido el pasado 1 de mayo. Este documento que afirma que en el caso del poder electoral es necesario que de acuerdo con las normas establecidas, se renueve de tal manera, que sea confiable e independiente para que se dé un proceso electoral neutral, imparcial y observado, desde el contexto nacional e internacional. De lo contrario, señalaron que las elecciones no podrán considerarse libres.
Fuente: Celam
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