El domingo 15 de noviembre se llevó a cabo la ceremonia de ordenación del nuevo obispo de la Diócesis de Chulucanas, monseñor Cristóbal Mejía Corral, quien toma la posta de dicha jurisdicción eclesiástica tras la renuncia de monseñor Daniel Turley Murphy.
La ceremonia de ordenación se llevó a cabo a través de una misa abierta en el frontis de la Catedral de Chulucanas, respetando los protocolos de bioseguridad.
La ceremonia fue presidida por monseñor Turley y también se contó con la presencia de monseñor Miguel Cabrejos, presidente del Episcopado Peruano; monseñor José Antonio Eguren Anselmi, arzobispo de Piura; monseñor Robert Prevost, obispo de Chiclayo y administrador apostólico del Callao; monseñor Pascual Rivera Montoya, administrador apostólico de la Prelatura de Huamachuco; entre otros.
También estuvieron presentes párrocos, religiosas de diferentes comunidades, laicos, el alcalde de la provincia de Morropón – Chulucanas y otras autoridades de la localidad.
“Jesús dijo que siempre tendríamos gente pobre entre nosotros, sabía que la humanidad siempre estaría endeuda con los pobres. Estas palabras de Jesús, sin embargo, son una advertencia para todos nosotros: que hagamos todo lo posible para ayudar a los pobres y que luchemos contra todas las formas de indiferencia e insensibilidad hacia ellos. Que aprendamos a extender la mano generosamente a los pobres todos los días. Esto será bueno para ellos, pero también bueno para nosotros”, dijo monseñor Cabrejos.
Previo a la ordenación episcopal, el todavía obispo de la Diócesis de Chulucanas, monseñor Turley, recibió de la municipalidad la medalla ‘Maestro Max Inga Adanaqué’, máximo galardón que se entrega a quienes han contribuido al desarrollo de la provincia de Morropón-Chulucanas.
Fuente: Conferencia Episcopal Peruana
Noticia especial por la despedida y entrega de la Diócesis por Monseñor Daniel, hombre de fé, hombre pastor, hombre de sencillez admirable y sus dones de gente de bien. Dios será benévolo con él hasta siempre. Bien venido Monseñor Cristobal Mejía y que el espíritu de Dios Padre ilumine su trabajo pastoral. Amen.