Este mes de mayo, el Papa empieza un ciclo de tres intenciones de oración dedicadas a la familia. Y quiere hacerlo dirigiéndose primero a los jóvenes, los “que quieren construir algo nuevo”.
Les pone un ejemplo a seguir: “Cuando pienso en un modelo en el que ustedes, los jóvenes, se puedan sentir identificados, siempre me viene a la cabeza nuestra Madre, María”.
Francisco pide a los jóvenes que se arriesguen teniendo en cuenta que “necesitan discernir y descubrir lo que Jesús quiere” de ellos.
En este discernimiento, Francisco les dice que “es de gran ayuda escuchar las palabras de los abuelos”. Y les propone tres compañeros de viaje en el trayecto de su vida: la valentía, el saber escuchar y la dedicación al servicio.
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