El Día Internacional de la Mujer ha sido una oportunidad para que el Grupo de Mujeres de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) presente un calendario (descargar aquí) elaborado conjuntamente por las mujeres de la Panamazonía.

El grupo, que viene reflexionando sobre el papel y la importancia de la presencia de las mujeres en la Iglesia, está formado por mujeres que tienen “la conciencia de un territorio que pisamos, un territorio específico en el que realizamos acciones, y esto nos lleva a un camino sinodal“, según Dorismeire Almeida de Vasconcelos.

A partir de su identidad, conocimiento y liderazgo, las mujeres, que, en la Panamazonía, según la auditora sinodal, asumen el 70% del trabajo social y misionero, han encontrado en el grupo un espacio de encuentro, de confianza y de escucha, garantizando la presencia de todas las mujeres de la Panamazonía. No podemos olvidar que “son víctimas de un alto índice de violencia, de sobrecarga laboral y afectiva, son víctimas con la violación de sus derechos”.

El núcleo se divide en cinco subcomisiones internas, post-pandemia y post-sínodo, mujer y violencia, teología y espiritualidad, formación pastoral socio-política, diaconado y ministerios, para estudiar los documentos de la Iglesia buscando elaborar líneas de acción para el trabajo en diferentes áreas, descubriendo las acciones de las mujeres en los territorios en defensa de la vida, en el anuncio de la Buena Noticia, en el acompañamiento y en el enfrentamiento de los desafíos de la realidad en los diferentes contextos, siempre sembrando signos de esperanza.

El Núcleo de Mujeres de la REPAM también cuenta con la participación de mujeres indígenas. Una de ellas, Anitalia Pijachi, relató las dificultades vividas en la Amazonía colombiana durante la pandemia, mostrando las dificultades de acceso a los derechos básicos. Ha sido un tiempo para “aprender a saber resistir en nuestra selva“. Estamos ante un momento que muestra la “necesidad de estar más unidos en comunidad, de buscar la sabiduría de los mayores“. Denunció al gobierno, “que no escucha lo que pasa en la Amazonía colombiana“, y enfatizó que estamos viviendo “un tiempo de incertidumbre“.

“Esta pandemia ha demostrado, una vez más, que somos los más olvidados por el Estado“, dijo Yessica Patiachi desde la Amazonía peruana, denunciando la “falta de una política sanitaria clara para las comunidades indígenas“. Recordó que los pueblos originarios “hemos levantado nuestra voz de protesta y denunciamos cuando se violan nuestros derechos“. Al mismo tiempo, denunció las amenazas y persecuciones, “sólo por defender y proteger la selva“, que han causado la muerte de muchos indígenas en Perú. La líder indígena hizo un llamado a la lucha, a no dejarse engañar por las falsas promesas de las grandes empresas, que sólo dejan consecuencias fatales.

El 8 de marzo es un momento para “recordar las luchas“, según Rose Bertoldo, que presentó y compartió el calendario, “que las mujeres de la Panamazonía han construido colectivamente“. Según la auditora sinodal, estamos ante “un material de formación e información que nos inspira a recorrer todo el año como una presencia creativa y propositiva“. El calendario se ha construido a partir de palabras, mandalas, frases, colores y fotos, teniendo la tierra, el fuego, el agua y el aire “como elementos que nos apoyan en este camino, en esta construcción“, según la religiosa.

El Núcleo de Mujeres de la REPAM es “un espacio que tiene la fuerza de permitirnos pensar juntas, soñar juntas y construir juntas“, dice María Eugenia Carrizo. Define el futuro “como un momento para pensar juntas qué tipo de Iglesia soñamos, qué pensamos que es el futuro de nuestra Iglesia, qué rostro amazónico queremos que tenga, y en función de esto la visión ministerial, en una región con una rica diversidad de ministerios”.

Fuente: CELAM



Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.