El pasado lunes, el Papa Francisco y Recep Tayyip Erdoğan, presidente de Turquía, se reunieron en la Santa Sede para conversar de la actual situación de Oriente Medio, haciendo particular referencia al estatuto de Jerusalén, destacando la necesidad de promover la paz y la estabilidad en la región a través del diálogo y la negociación, respetando los derechos humanos y la legalidad internacional. Por otro lado, también hablaron sobre la relación bilateral entre el Vaticano y Turquía, así como también de la condición de la Comunidad Católica y de su compromiso de acoger a los numerosos refugiados.
Cabe resaltar, que el futuro de la Ciudad Santa (Jerusalén) y de todo Oriente Medio corre peligro, luego de que Donald Trump decidiera reconocerla como capital única de Israel y trasladar allí la embajada de EEUU.
Con información de Religión Digital
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