26 de junio, Lima. OSEVOZ. Ayer, durante el recibimiento a los participantes de la XXIV Reunión General de la Academia Pontificia para la Vida, el Papa Francisco expresó que cuando entregamos a los niños a las privaciones, los pobres al hambre, los perseguidos a la guerra, los ancianos al abandono estamos haciendo nosotros el trabajo “sucio” de la muerte. “El mal intenta persuadirnos de que la muerte es el fin de todo, de que hemos venido al mundo por casualidad y que estamos destinados a terminar en la nada. Excluyendo al otro de nuestro horizonte, la vida se repliega sobre sí misma y se convierte en un bien de consumo”.
En este discurso, el pontífice hizo énfasis en el aborto, tema que en las últimas semanas se ha tratado con insistencia en algunos países, como Argentina. Ante ello, el Papa señaló: “La defensa del inocente que no ha nacido, por ejemplo, debe ser clara, firme y apasionada, (,,,) Pero igualmente sagrada es la vida de los pobres que ya han nacido, que se debaten en la miseria, el abandono, la postergación, la trata de personas, la eutanasia encubierta en los enfermos y ancianos privados de atención, las nuevas formas de esclavitud, y en toda forma de descarte”.
Francisco hizo un llamado a defender la vida humana en todos sus aspectos: “Hay una vida humana concebida, una vida en gestación, una vida salida a la luz, una vida niña, una vida adolescente, una vida adulta, una vida envejecida y consumada y existe la vida eterna. Hay una vida que es familia y comunidad, una vida que es invocación y esperanza. Como también existe la vida humana frágil y enferma, la vida herida, ofendida, envilecida, marginada, descartada. Siempre es vida humana”.
Finalmente, también alentó a “proceder con un cuidadoso discernimiento de las complejas diferencias fundamentales de la vida humana: del hombre y de la mujer, de la paternidad y de la maternidad, de la filiación y de la fraternidad, de la sociabilidad y también de todas las diferentes edades de la vida. Al igual que de todas las condiciones difíciles y todos los pasajes delicados o peligrosos que requieren una sabiduría ética especial y una valiente resistencia moral: sexualidad y generación, enfermedad y vejez, insuficiencia y discapacidad, privación y exclusión, violencia y guerra”.
Puede acceder a discurso íntegro emitido por el Papa Francisco en el siguiente enlace: http://press.vatican.va/content/salastampa/es/bollettino/pubblico/2018/06/25/aud.html
Para descargar el documento, hacer click en el siguiente enlace:
Francisco se manifiesta en defensa de los no nacidos, niños y pobres
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