El pasado sábado 27 de noviembre, se dio a conocer el Mensaje Final de la Asamblea Eclesial y los desafíos pastorales que marcarán el camino de la Iglesia latinoamericana.
Allí, reafirmaron el compromiso de reavivar el espíritu de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano de Aparecida (2007), las Conferencias anteriores del CELAM, y en el horizonte, el Jubileo Guadalupano y Jubileo de la Redención del 2033.
En él, se comprometen con un camino de conversión decididamente misionera. “Propósito en el que avanzamos y que requiere de mayor responsabilidad pastoral”, expresan.
Aseguran: “hemos vivido esta Asamblea como una verdadera experiencia de sinodalidad, en la escucha mutua y en el discernimiento comunitario de lo que el Espíritu quiere decir a su Iglesia”, reconociendo la poliédrica diversidad, sobre todo aquello que nos une. Durante el diálogo, pusieron el corazón de discípulos en las realidades que vive el continente, en sus dolores y esperanzas.
Luego, puntualizaron los dolores más evidentes que se constatan a lo largo del continente:
Asimismo, los miembros de la AE, enumeraron la presencia de signos que llevan, con esperanza, por caminos nuevos a la escucha y el discernimiento.
Afirmaron el camino sinodal es un significativo espacio de encuentro y apertura para la transformación de estructuras eclesiales y sociales, que permiten renovar el impulso misionero y la cercanía con los más pobres y excluidos.
Destacaron la vida religiosa, mujeres y hombres que viviendo contracorriente dan testimonio de la buena nueva del Evangelio. También la vivencia de la piedad popular en nuestros pueblos.
“Esta Asamblea es un kairós, un tiempo propicio para la escucha y el discernimiento” que conecta, renovadamente, con las orientaciones pastorales de aquella V Conferencia Aparecida y con el magisterio del papa Francisco. “Nos impulsa a abrir nuevos caminos misioneros hacia las periferias geográficas y existenciales y lugares propios de una Iglesia en salida“, aseveraron.
En este mensaje final, aseguran que la voz del Espíritu resonó en medio del diálogo y el discernimiento y señaló varios horizontes para asumir con mayor urgencia:
Los participantes de la Asamblea aseguraron que “la Iglesia es sinodal en sí misma, la sinodalidad pertenece a su esencia”; no se trata de una moda pasajera o de un lema vacío.
“Estamos aprendiendo a caminar juntos como Iglesia Pueblo de Dios involucrando a todos sin exclusión”, sostuvieron. Y agregaron: “Con gran gratitud y alegría reafirmamos en esta Asamblea Eclesial que el camino para vivir la conversión pastoral discernida en Aparecida, es el de la sinodalidad“.
Puede acceder al documento integro haciendo clic en el siguiente enlace: Mensaje Final de la Asamblea Eclesial: “Todos somos discípulos misioneros en salida”
Fuente: Vida Nueva
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