El Sínodo de los Obispos se transforma para escuchar más e involucrar a todo el pueblo de Dios. Y es que el Papa Francisco ha aprobado un nuevo itinerario sinodal para la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, prevista inicialmente para octubre de 2022 y pospuesta ahora a 2023 por dos razones: la pandemia y la necesidad de tomar más tiempo para aplicar la constitución apostólica ‘Episcopalis communio’, promulgada por el Papa en septiembre de 2018.
La Secretaría General del Sínodo de los Obispos ha propuesto una modalidad inédita para el camino hacia la Asamblea con el tema ‘Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión’. El recorrido para la celebración del Sínodo se articulará en tres fases, entre octubre de 2021 y octubre de 2023: fase diocesana, fase continental y fase de la Iglesia Universal. De esta manera, saldrán dos ‘Instrumentum laboris’ y no uno como hasta ahora.
“La articulación de las diferentes fases del proceso sinodal hará posible la escucha real del Pueblo de Dios y se garantizará la participación de todos en el proceso sinodal. No se trata solo de un evento, sino de un proceso que involucra en sinergia al Pueblo de Dios, al Colegio episcopal y al Obispo de Roma, cada uno según su propia función”, explica la Oficina de Prensa de la Santa Sede en un comunicado.
En este sentido, la idea del Papa es poner a la Iglesia en estado permanente de discernimiento e involucrar más en este proceso eclesial a diócesis, conferencias episcopales, Curia romana, superiores mayores y movimientos.
La apertura del Sínodo está prevista para octubre de 2021 tanto en el Vaticano como en cada diócesis. El Papa inaugurará este proceso en Roma el 9 y 10 de octubre. Por su parte, el día 17 del mismo mes se abrirá en cada diócesis por el obispo.
La fase diocesana tendrá lugar de octubre de 2021 a abril de 2022. “La Secretaría General del Sínodo enviará un Documento preparatorio, acompañado por un cuestionario y un Vademecum con propuestas para realizar la consulta en cada diócesis. También se enviará este Documento a los dicasterios de la Curia romana, a las Uniones de Superiores y Superioras Mayores y otras uniones, a las federaciones de la vida consagrada, a los movimientos internacionales de laicos, a las universidades y facultades de Teología”, según señalan.
Por su parte, cada obispo nombrará, antes de la apertura del Sínodo, a un responsable –o equipo– diocesano para la consulta sinodal, que hará de contacto con la conferencia episcopal. Estas nombrarán también antes de la misma fecha a un responsable –o equipo– que esté en contacto con los responsables diocesanos y la Secretaría General del Sínodo.
Fuente: Vida Nueva
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