El Vaticano reconoce que los jóvenes “están aprendiendo a vivir sin Dios y sin Iglesia”
Mea culpa claro y contundente del Papa y del Vaticano por haber fallado a los jóvenes. Con desoladoras consecuencias eclesiales: La juventud “está aprendiendo a vivir sin Dios y sin la Iglesia”. Más aún, a la institución, los jóvenes la ven como anticuada, cerrada y poco cercana. Francisco quiere recuperar a los jóvenes, futuro de la Iglesia, y lanza para ellos la preparación (con encuesta incluida) del próximo Sínodo de los obispos.
La Iglesia católica reconoce que los jóvenes la perciben como una institución poco “atenta” a los problemas sociales y poco “cercana a la gente”, y cree que se les debería dar más “espacio” en todos los ámbitos.
Así lo expresa en el documento preparativo del próximo Sínodo de los Obispos, que se celebrará en octubre de 2018 y cuyo tema será la juventud. “Los jóvenes a menudo nutren desconfianza, indiferencia o indignación hacia las instituciones. Esto se refiere no sólo a la política, sino que afecta cada vez más a las instituciones formativas y a la Iglesia, en su aspecto institucional. La querrían más cercana a la gente, más atenta a los problemas sociales, pero no dan por sentado que esto ocurra de inmediato“, dice el texto.
Hace, no obstante, un alegato en favor de la “innovación social” y destaca como significativo que los jóvenes, que viven “encasillados en el estereotipo de la pasividad y de la inexperiencia”, sean los que precisamente estén proponiendo y practican “alternativas que muestran cómo el mundo o la Iglesia podrían ser”.
Por eso mismo, pide “espacio” para ellos, un espacio que les tienen que dar “en la sociedad o en la comunidad cristiana”. Se les tiene que dejar “experimentar un nuevo modelo de desarrollo”, dice la Iglesia, aunque sea algo complicado en países “en los que la edad de quienes ocupan puestos de responsabilidad es elevada”.
Asegura el documento que los jóvenes no están en contra de la religión, pero que “están aprendiendo a vivir “sin” el Dios presentado por el Evangelio y “sin” la Iglesia”.
La Iglesia lanza también una encuesta on line dirigida a jóvenes entre 16 y 29 años, creyentes o no, en la que les pregunta sobre sus expectativas y su vida y que servirá para preparar el Documento de trabajo definitivo para el Sínodo. Con epígrafes como ‘Los jóvenes y la sociedad’, la pastoral juvenil, los acompañantes, asi como preguntas específicas por áreas geográficas. (Al final del documento, pueden ver el cuestionario completo).
El secretario General del Sínodo de los Obispos, Lorenzo Baldisseri, ha explicado en ruedad de prensa que se pondrá especial atención en el uso de las “tecnologías” por parte de los jóvenes, sus ventajas y peligros, pero también en la necesidad de que la Iglesia “y los viejos obispos y cardenales” se acerquen a los nuevos medios de comunicar.
El Papa les invita a armar lío
Por su parte, el papa Francisco invitó hoy a los jóvenes a que se hagan oír para cambiar el mundo, en una carta escrita con motivo de la publicación hoy del documento preparatorio del Sínodo que se celebrará en octubre de 2018 y que tratará de la juventud.
En la misiva, el papa explica que ha querido que el tema del próxima Asamblea de los Obispos sea “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional” porque, explicó, “quiero que ocupen el centro de la atención porque los llevo en el corazón”.
Francisco destacó cómo los jóvenes se enfrentan en el mundo de hoy “a la prevaricación, la injusticia y la guerra” y que “muchos jóvenes entre ustedes están sometidos al chantaje de la violencia y se ven obligados a huir de la tierra natal”.
Recordó que durante la apertura de la última Jornada Mundial de la Juventud del pasado julio en Cracovia preguntó a los jóvenes si “Las cosas, ¿se pueden cambiar?” y que ellos respondieron con un fuerte “sí”.
“Esa es una respuesta que nace de un corazón joven que no soporta la injusticia y no puede doblegarse a la cultura del descarte, ni ceder ante la globalización de la indiferencia”.
Jorge Bergoglio explicó que “un mundo mejor se construye también gracias a los jóvenes, que siempre desean cambiar y ser generosos”.
“No tengan miedo de escuchar al Espíritu que les sugiere opciones audaces, no pierdan tiempo cuando la conciencia les pida arriesgar para seguir al Maestro”, les invitó.
Al respecto, señaló que también “la Iglesia desea ponerse a la escucha de la voz, de la sensibilidad, de la fe de los jóvenes, así como también de las dudas y las críticas”.
“Hagan sentir a todos el grito de ustedes, déjenlo resonar en las comunidades y háganlo llegar a los pastores”, reiteró.
Les instó además a dejarse acompañar “de guías expertos, sabrán emprender un itinerario de discernimiento para descubrir el proyecto de Dios en la propia vida”.
Texto completo de la Carta del Papa:
«Queridos jóvenes,
Tengo el agrado de anunciarles que en el mes de octubre del 2018 se celebrará el Sínodo de los Obispos sobre el tema «Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional». He querido que ustedes ocupen el centro de la atención porque los llevo en el corazón. Precisamente hoy se presenta el Documento Preparatorio, que les ofrezco como una “guía” para este camino.
Me vienen a la memoria las palabras que Dios dirigió a Abrahán: «Vete de tu tierra, de tu patria y de la casa de tu padre a la tierra que yo te mostraré» (Gen 12,1). Estas palabras están dirigidas hoy también a ustedes: son las palabras de un Padre que los invita a “salir” para lanzarse hacia un futuro no conocido pero prometedor de seguras realizaciones, a cuyo encuentro Él mismo los acompaña. Los invito a escuchar la voz de Dios que resuena en el corazón de cada uno a través del soplo vital del Espíritu Santo.
Cuando Dios le dice a Abrahán «Vete», ¿qué quería decirle? Ciertamente no le pedía huir los suyos o del mundo. Su invitación fue una fuerte provocación para que dejase todo y se encaminase hacia una tierra nueva. Dicha tierra, ¿no es acaso para ustedes aquella sociedad más justa y fraterna que desean profundamente y que quieren construir hasta las periferias del mundo?
Sin embargo, hoy, la expresión «Vete» asume un significado diverso: el de la prevaricación, de la injusticia y de la guerra. Muchos jóvenes entre ustedes están sometidos al chantaje de la violencia y se ven obligados a huir de la tierra natal. El grito de ellos sube a Dios, como el de Israel esclavo de la opresión del Faraón (cfr. Es 2, 23).
Deseo también recordarles las palabras que Jesús dijo un día a los discípulos que le preguntaban: «Rabbí […] ¿dónde vives?». Él les respondió: «Venid y lo veréis» (Jn 1,38). También a ustedes Jesús dirige su mirada y los invita a ir hacia Él. ¿Han encontrado esta mirada, queridos jóvenes? ¿Han escuchado esta voz? ¿Han sentido este impulso a ponerse en camino? Estoy seguro que, si bien el ruido y el aturdimiento parecen reinar en el mundo, esta llamada continua a resonar en el corazón da cada uno para abrirlo a la alegría plena. Esto será posible en la medida en que, a través del acompañamiento de guías expertos, sabrán emprender un itinerario de discernimiento para descubrir el proyecto de Dios en la propia vida. Incluso cuando el camino se encuentre marcado por la precariedad y la caída, Dios, que es rico en misericordia, tenderá su mano para levantarlos.
En Cracovia, durante la apertura de la última Jornada Mundial de la Juventud, les pregunté varias veces: «Las cosas, ¿se pueden cambiar?». Y ustedes exclamaron juntos a gran voz «¡sí»”. Esa es una respuesta que nace de un corazón joven que no soporta la injusticia y no puede doblegarse a la cultura del descarte, ni ceder ante la globalización de la indiferencia. ¡Escuchen ese grito que viene de lo más íntimo! También cuando adviertan, como el profeta Jeremías, la inexperiencia propia de la joven edad, Dios los estimula a ir donde Él los envía: «No les tengas miedo, que contigo estoy para salvarte» (Jer 1,8).
Un mundo mejor se construye también gracias a ustedes, que siempre desean cambiar y ser generosos. No tengan miedo de escuchar al Espíritu que les sugiere opciones audaces, no pierdan tiempo cuando la conciencia les pida arriesgar para seguir al Maestro. También la Iglesia desea ponerse a la escucha de la voz, de la sensibilidad, de la fe de cada uno; así como también de las dudas y las críticas. Hagan sentir a todos el grito de ustedes, déjenlo resonar en las comunidades y háganlo llegar a los pastores. San Benito recomendaba a los abades consultar también a los jóvenes antes de cada decisión importante, porque «muchas veces el Señor revela al más joven lo que es mejor» (Regla de San Benito III, 3).
Así, también a través del camino de este Sínodo, yo y mis hermanos Obispos queremos contribuir cada vez más a vuestro gozo (cfr. 2 Cor 1,24). Los proteja María de Nazaret, una joven como ustedes a quien Dios ha dirigido su mirada amorosa, para que los tome de la mano y los guíe a la alegría de un ¡heme aquí! pleno y generoso (cfr. Lc 1,38).
Con paternal afecto,
FRANCISCO
Vaticano, 13 de enero de 2017»
Nota:
En adjuntos puede ver y descargar el documento completo preparatorio del Sínodo que se celebrará en octubre de 2018 y que tratará de la juventud: Sínodo de Jóvenes 2018
Deja una respuesta