El pasado domingo 25 de octubre, el Papa Francisco anunció la celebración de un Consistorio Ordinario Público de cardenales previsto para el sábado 28 de noviembre, en la vigilia del I Domingo de Adviento.
En él, Francisco creó 9 nuevos cardenales electores, es decir, que participarían en el cónclave y serían “papables”. A estos nueve purpurados, Bergoglio añadió otros cuatro arzobispos y obispos jubilados para crearlos cardenales.
Tal y como informa la Santa Sede, los cardenales provienen de diferentes países: uno de España, uno de México, seis de Italia, uno de Malta, uno de Estados Unidos, uno de Ruanda, uno de Filipinas y uno del Líbano. Igualmente, su misión es llevada a cabo en diferentes continentes: ocho de Europa, uno de América Latina, uno de América del Norte, uno de África y dos de Asia.
De los trece anunciados, solo once estuvieron presentes en la ceremonia, dado que los dos asiáticos -el filipino José Fuerte Advincula, arzobispo de Capiz, y Cornelius Sim, vicario apostólico de Brunei- no pudieron viajar a causa de la emergencia sanitaria. No obstante, ambos fueron creados cardenales en la distancia.
Francisco va a celebrar un Consistorio Ordinario Público para la creación de los 13 siguientes cardenales:
Mons. Mario Grech, secretario general del Sínodo de los Obispos; Mons. Marcello Semeraro, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos; Mons. Antoine Kambanda, arzobispo de Kigali, en Ruanda; Mons. Wilton Gregory, arzobispo de Washington; Mons. José Advincula, arzobispo de Cápiz, en Filipinas; Mons. Celestino Aós Braco, arzobispo de Santiago de Chile; Mons. Cornelius Sim, obispo titular de Puzia de Numidia y vicario apostólico de Brunéi, Kuala Lumpur; Mons. Augusto Paolo Lojudice, arzobispo de Siena-Colle Val d’Elsa-Montalcino; Fray Mauro Gambetti, franciscano conventual, custodio del Sacro Convento de Asís; Mons. Felipe Arizmendi Esquivel, obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, en México; Mons. Silvano M. Tomasi, arzobispo titular de Asolo, Nuncio Apostólico; Fray Raniero Cantalamessa, capuchino, Predicador de la Casa Pontificia; y Mons. Enrico Feroci, párroco en Santa María del Divino Amore en Castel de Leva.
Fuente: Zenit
Deja una respuesta