La Diócesis de Saltillo, ubicada en el estado Coahuila de Zaragoza de México, denunció -a través de un comunicado- que el jueves 11 de julio, en el Terminal 2 del Aeropuerto de Monterrey, dos militares se acercaron a monseñor Fray José Raúl Vera López, cuando este se dirigía al estacionamiento, acompañado de un chofer. 

Según menciona el pronunciamiento, mientras el obispo caminaba, notó que los que se dirigían hacia él traían cascos, uniforme militar y arma larga. “El primer militar preguntó por el cargo: “¿Es usted el padre o algo más que un sacerdote?”. Monseñor Vera dijo: “Soy obispo”. El segundo militar leyó de una libreta el nombre ‘Raúl Vera López’ y confirmó que era él. El Obispo siguió respondiendo. Preguntaron a dónde se dirigía y el obispo dijo que iba a Saltillo. Preguntaron también por las placas del auto en que se desplazarían, a lo que el obispo les respondió a los militares que quizás el chofer lo sabría, pero éste refirió haber cambiado las placas recientemente. Un minuto después, en la misma libreta en que tenían registrado el nombre del obispo, tomaron nota de la matrícula del vehículo. Monseñor Vera entonces preguntó a qué se debían todas esas interrogantes. Los militares respondieron que se trataba ‘sólo por su seguridad’. El Obispo de Saltillo salió del estacionamiento. Con temor y extrañeza, siguió su ruta en carretera hacia su domicilio”, expresa el comunicado.

De acuerdo se informó, luego del hecho, inmediatamente se hizo contacto con las autoridades federales de México para pedir una explicación sobre “los actos que denotan un claro hostigamiento”, a lo que el viernes 12 de julio, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno Federal, Alfonso Durazo, desestimó la acción de los militares al aproximarse con el obispo. Durazo pidió disculpas a monseñor Vera por lo que el llamó un “error” y dijo que no debía preocuparse. 

“Fue un lamentable error de nuestra gente. No están ahí para eso. Su función es custodiar instalaciones para garantizar su seguridad”, señaló el secretario.

Ante ello, la Diócesis de Saltillo indicó que este incidente “nos hace reconocer el estado de represión inminente que la población en general está viviendo en este país por parte de los elementos de las distintas corporaciones de seguridad. Reprobamos la acción de los integrantes del Ejército que se aproximan a la población para intimidar y amedrentar. Esa no es la manera en la que se va a sacar adelante a México”, finalizaron en el comunicado. 

Fuente: Observatorio Eclesial



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