Por Glafira Jiménez, Equipo de Teología del Instituto Bartolomé de Las Casas
Nos encontramos en el Ecuador de esta I Asamblea Eclesial de AL y el Caribe. Una experiencia inédita del espíritu sinodal, convocadas/os por la Palabra de Jesús, “Vayan, pues, y hagan discípulos a todas las gentes” (Mt 28,19), llamados y llamadas a actualizar y recrear este mandato. Este está siendo el sentido del día.
Una tarea urgente porque nos contemplamos y reconocemos como Iglesia en salida misionera: Pueblo de Dios del desborde (al que nos invitaba el Papa Francisco), desafiada a ofrecer respuestas integrales a los retos que el hoy de nuestros pueblos, presentan a la fe, al anuncio de la Buena Noticia. Respuestas, compromisos que en muchas ocasiones han ocasionado martirio de hermanos y hermanas en el continente. En la oración de la mañana recordamos a los mártires defensores de la Amazonía.
Hoy nos hemos dejado interpelar por la invitación a Identificar y proponer las invitaciones que nos hace el Señor, como Orientaciones Pastorales Continentales, a la luz de los dolores y esperanzas del primer día y los desafíos pastorales del día de ayer para responder al objetivo que nos convoca: dar un nuevo impulso al proceso discipular y misionero propuesto por la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe.
“Estamos en deuda con Aparecida”, nos recordaron ayer el Cardenal Odilo (Vicepresidente del Celam) y hoy el Cardenal Brenes (Managua), repitiendo las palabras de Francisco cuando le pidieron una nueva VI Conferencia. Aparecida sigue pendiente porque su riqueza todavía no ha sido suficientemente integrada en la pastoral de la Iglesia Latinoamericana y caribeña.
Una de las tareas pendientes es actualizar las preguntas de fondo. Y retomamos el número 245 de Aparecida: “En el hoy de nuestro continente latinoamericano, se levanta la misma pregunta llena de expectativa: “Maestro, ¿dónde vives?” (Jn 1, 38), ¿dónde te encontramos de manera adecuada para “abrir un auténtico proceso de conversión, comunión y solidaridad?”¿Cuáles son los lugares, las personas, los dones que nos hablan de ti, nos ponen en comunión contigo y nos permiten ser discípulos y misioneros tuyos?
Carlos Galli-Argentina nos ayudaba a profundizar en el sentido y profundidad de una Iglesia en salida misionera por el desborde del Espíritu
Se trata de uno de los temas fundamentales expresados en la Síntesis Narrativa del Proceso de Escucha que ha sido recogida en nuestro documento de Trabajo: Documento para el Discernimiento Comunitario, capítulo 2, al que pueden acceder, con preguntas para la profundización en grupos y comunidades. Porque ya hicieron la invitación el primer día. Esta Asamblea no es solo este evento, es un proceso al que están llamados todos y todas las bautizadas del Continente. Con el trabajo comunitario de este texto, escrito por muchos, se incorporan también a la I Asamblea Eclesial.
A la espera de la síntesis del trabajo del día que nos entregarán en la noche, les puedo compartir la conclusiones de mi grupo de trabajo respecto a dos de los desafíos pastorales prioritarios que identificamos ayer:
Promoviendo una Iglesia
Procurando que nuestras teologías y prácticas pastorales ayuden, fomenten, faciliten, a escuchar el clamor de los pobres, de manera particular los nuevos rostros de excluidos/as. Señalamos algunos ejes:
Conociendo y reconociendo nuestro ser hermanos, amigos en el Señor (Querida Amazonía, 63)
Anunciando el Evangelio de manera inculturada
Continuamos dejándonos zarandear conscientes, como nos decía Aparecida: “En la defensa de los derechos de los excluidos se juega la fidelidad de la Iglesia a Jesucristo” (DAp 257 y Documento para el Discernimiento 12), porque en “el rostro humillado de tantos hombres y mujeres de nuestros pueblos” reconocemos el “ rostro de Jesucristo, muerto y resucitado”, y al mismo tiempo su vocación a la libertad de los hijos e hijas de Dios, a la plena realización de su dignidad personal y a la fraternidad entre todos” (Dap31).
Repito la invitación del Papa Francisco “no se olviden de rezar por nosotros y nosotras”.
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