Los Obispos de la Conferencia Episcopal de Colombia han pedido la suspensión de las marchas y concentraciones porque representan un grave riesgo para la vida y la salud de la gente.
Si bien la presidencia del Episcopado reconoce la complejidad de la situación que vive el país y el legítimo derecho que tiene la población a protestar pacíficamente, advierten sobre la situación sanitaria y las consecuencias que pueden derivarse para la salud publica por lo que consideran que lo más recomendable es evitar las marchas y concentraciones presenciales.
“No se trata de postergar la expresión de las necesidades y aspiraciones, sino de encaminarlas por medios acordes con las urgencias que la pandemia nos impone,” se lee en su pronunciamiento.
Así la Iglesia recordó que debe primar el derecho fundamental a la vida y es necesario anteponer la responsabilidad de cuidar de la salud de todos.
En este sentido la Iglesia colombiana retomó las palabras del Papa Francisco e invitó a la población a la defensa de la vida, la reconciliación y la unidad para superar la pandemia construyendo juntos un país que sea patria y casa para todos.
Al finalizar el 27 de abril el Tribunal Administrativo de Cundinamarca emitió un fallo según el cual se suspendían las protestas de esta semana, es decir, las programadas para el 28 de abril y las del 1 de mayo. Al respecto los gremios se manifestaron y el comité organizador del paro confirmó que no desistirán en su empeño de marchar para rechazar la reforma tributaria planteada por el gobierno del presidente Iván Duque.
Los ciudadanos de Bogotá están convocados en 15 puntos diferentes de la ciudad.
Fuente: Celam
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