Los cardenales y los obispos ya pueden ser juzgados penalmente en el Vaticano a partir de mayo. Y es que el papa Francisco modificó la legislación vía ‘motu proprio’ lanzando un claro mensaje: todos somos iguales ante la ley.
El Pontífice retiró de esta manera un privilegio a cardenales y obispos perdiendo esta inmunidad a la vía penal. Ahora quienes sean acusados de delitos penales por los magistrados del Vaticano, si son enviados a juicio, serán juzgados por el Tribunal del Estado de la Ciudad del Vaticano, como cualquier otro.
No obstante, el ‘motu proprio’ que modifica el ordenamiento jurídico del Estado vaticano, no cambia la necesidad de la autorización previa del Pontífice para llevar a juicio a cardenales y obispos.
Como se recuerda, hasta ahora, los purpurados y mitrados comparecían ante el Tribunal de Casación que estaba presidido por otro cardenal.
Para tomar esta decisión, Jorge Mario Bergoglio se apoya en la constituciones conciliares ‘Lumen Gentiun’ y ‘Gaudium et spes’ para recordar que en la Iglesia debe primar una verdadera igualdad.
Fuente: Vida Nueva
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